El Estado central y las comunidades autónomas están utilizando últimamente como excusa la protección del medio ambiente para instaurar nuevos impuestos verdes. Se apoya en un objetivo amable para muchos (el ecologismo) para socavar el ahorro de los contribuyentes.
La Generalitat de Cataluña es la última institución que se ha unido a la moda verde y ha impuesto tres nuevos tipos la semana pasada. Y es que hace unos días Artur Mas desechó acometer más recortes en los Presupuestos del 2014, por lo que tendrá que apoyarse en la partida de la recaudación. No en vano, Cataluña necesita ajustar este año su disparado déficit al 1,58% marcado por el Gobierno central.
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